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Entrevista a Isaac González, coordinador del Observatorio Ciudadano en Ciudad Juárez.

  • UACH
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  • Enero 20, 2020
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Por: Silvia Verano Agustín.

En el marco para la creación de la Unidad Académica de Comunicación contra la Violencia, se realizaron entrevistas con diferentes organizaciones y profesionales en la materia del estado, tanto en la capital Chihuahua como la ciudad fronteriza Ciudad Juárez.

A petición del entrevistado, se presenta la siguiente información:

  • Nombre: Isaac González
  • Lugar: Ciudad Juárez
  • Fecha: 13/09/2019
  • Silvia Verano: La primera cuestión que queríamos plantear es la siguiente: ¿creéis desde el Observatorio Ciudadano que México vive un proceso de violencia estructural? Y en ese caso, ¿cuáles serían los motivos principales que nos llevarían a afirmar que México vive este proceso de violencia estructural?

    Isaac González: Soy maestro en Ciencias Sociales, quizás por la formación tengo un punto de vista que quizás puede ser sesgado o tiene un enfoque muy particular sobre lo que es la violencia. En este caso, cuando me preguntas si la violencia es estructural en México, diré si. Es decir, hay una estructura social que determina muchas veces las violencias en el país. Violencias que quizás son más visibles o más gráficas, y violencias que se ven más por debajo, que no son tan evidentes pero que son altamente violentas.

    Un ejemplo muy sencillo es cómo estamos conformados o estructurados en los diferentes grupos sociales. Ahí te vas a dar cuenta que hay una diferencia horrible. En los últimos registros de los grupos, el 20% más rico con el 20% más pobre, la diferencia es catastrófica: es de 38 a 1. Mientras que en otros países la diferencia es de 4 a 1, de 6 a 1, entre otros.

    Y eso lo vas a ver también con nuestra versión de salario mínimo. Está tan estructurado y es tan violento en nuestra sociedad que, por la cuestión del salario, muchas de las personas deciden incursionar en el crimen organizado. Es decir, en la maquiladora, aquí en Ciudad Juárez, un salario maquilador está en los 800-1000 pesos semanales. Quizá allí en Chihuahua variará en 100 pesos arriba. Pero ese es el salario de un operador de maquila. Aquí en Ciudad Juárez si tú eres un adolescente y te dedicas a la limpieza de puntos o sicariato, tal cual, por un evento, le están pagando 800 pesos. Y dicho esto, pues te ocupa 1 o 2 horas de tu vida y te sacas 800 pesos, mientras que lo otro ocupas 48h.

    No quiere decir que todas las personas se vayan a meter a eso, pero te das cuenta de que a ellos mismos les violenta, y por ello, también replican un tipo de violencia. Entonces si es muy estructural la violencia que tenemos en México, en el Estado y en la ciudad.

    SV: Y en relación con los tipos de violencia que has hablado, quería preguntarte si podrías elaborarme, desde tu conocimiento, una breve tipología de la violencia que se dan en el país. Quizá también algún tipo de violencia que se de más en Ciudad Juárez.

    IG: Creo que uno de los fenómenos que conllevan las violencias aquí en el estado es el del crimen organizado, propiamente el que tiene relación con la venta, el transporte de drogas. Se lleva a distribuirla a Estados Unidos o para venderla en los espacios sociales a nivel local. Cuando analizas los homicidios en Ciudad Juárez, del 85% al 95% tiene que ver con muertes por crimen organizado.

    El otro que podíamos referir, que es una cuestión importante, es con los feminicidios. Necesitas todo un proceso o una investigación penal, todo un ejercicio por parte de las fiscalías, para poder decir si fue un feminicidio o no. Si matas a alguien en un asalto, y ese alguien era mujer pues no la estas matando por ser mujer, sino porque estas asaltando. Pero el feminicidio o la violencia hacia las mujeres es otro, al menos aquí.

    Otro es la violencia sexual hacia niños, niñas y adolescentes. Es fuerte, me parece que por el momento México es el primer lugar de violencia sexual hacia los menores de edad. Lo que todavía llama mucho la atención es que no solamente es violencia de adultos a niños, sino también de niños a niños. Otra cosa que también me llama la atención es que mucha de esa violencia sexual es contra varones o niños varones, pero no es denunciada. Quizás por toda la construcción de México sobre el macho y toda esa aventura, pero no es denunciada y te puedo decir que es incluso hasta más alta que la violencia contra las niñas.

    La violencia familiar también es muy alta, estoy seguro de que somos también uno de los primeros países en violencia familiar. Estamos altísimos en violencia familiar: en Juárez estamos como 3 veces o 4 por el promedio nacional. Son muchas las violencias que hay y son muy pocos los ejercicios de prevención o atención que se tienen.

    SV: Desde tu punto de vista, teniendo en cuenta toda esta tipología que nos has mencionado y que impactan de manera diferente según el grupo poblacional, ¿de que forma podrías valorar las medidas que se han tomado al respecto para reducir la violencia en México?

    IG: Se han tomado medidas, unas más contradictorias que otras, pero se han tomado. Se han subido penas por algunos delitos, como el delito de secuestro o extorsión qur tienen penas altísimas. Ya que hablamos de violencia estructural, el delito de secuestro o extorsión tiene penas en las que puedes pasar 40-60 años en la cárcel. Y delitos de índole sexual puedes pasar 4-8 años en prisión. Secuestran a gente común, pero cuando son delitos que afectan a alguien con mayor capacidad adquisitiva, las penas parecen altas.

    Hicieron reformas incluso para prevenir o atender a los adolescentes menores en conflicto con la ley bajando las penas, y aumentando o buscando mayores estrategias de reinserción social. Pero mira: bajas las penas y legalmente aumentas las salidas para reinserción social, es decir, ejercicios para externamiento o medidas para que ellos puedan reinsertarse socialmente. Pero no das ni un peso para eso. Los tribunales se unen a asociaciones civiles para que los jóvenes reciban ayuda, externamiento o trabajo social, pero sin un peso.

    SV: Hablando de estos programas o reformas que mencionas, dentro de un ámbito académico, ¿crees que la Universidad podría ser un espacio muy importante para combatir la violencia aquí en México? ¿Se te ocurre alguna idea de lo que puede aportar?

    IG: Sí. No son los profesores, es la Universidad. Y obviamente un buen operativo pueden ser los profesores acompañando al operativo. Las academias de las universidades se tienen que abrir a estudiar ese tipo de fenómenos. Es decir, a querer meterse a ver los factores asociados a la violencia y al delito, que las diferentes academias estén para ello. Tienen temas muy particulares y de ahí no se mueven. Y no se mueven porque no se evita, no se consigue que las academias tomen otras líneas de investigación, y obviamente tomar otra línea de investigación significa la incorporación de profesores ad-hoc.La academia tiene que abrirse a ese ejercicio.

    La academia también tiene que mejorar, en este caso las universidades, su ejercicio en comunidad. Si tienen algunas prácticas sociales, principalmente los chicos y chicas de Trabajo Social; tienen los jurídicos de la universidad abiertos y otros, que son buenos, pero les falta un mayor compromiso de incrementar sus actividades en las comunidades y con los grupos de riesgo. Tienen que meter este tipo de proyectos y, a mi parecer, también tienen que hacerse más participe en la política pública.

    La universidad se ve como un grupo muy cerrado, como si estuvieran en una isla, y no parecería que nunca les llega nada, hasta que matan a alguien. Hacen una marcha y luego se olvida. Pero tienen que empezar, ellos mismos, a través de investigaciones, a través de las prácticas que hagan, a través de evaluaciones, estrategias o de acciones que se lleven a cabo, pues podrían incidir en política pública de manera efectiva. Si habría una ayuda, pero se necesita hacer.

    SV: Es evidente que hay que hacer mucho más para poder incidir, y por eso estamos creando este proyecto de comunicación, que puede ser muy importante para incidir en esos poderes. ¿Crees que la comunicación es una herramienta importante y útil para combatir de manera pacífica la violencia? Es decir, la utilización de otros espacios de comunicación, que no solo sean los medios tradicionales, para poder combatir esta violencia.

    IG: Sí, para establecer agenda o empezar a hablar de una agenda. Si para debatir algunas ideas, no para enseñar; te obliga a prestar algo de atención a que existe el problema, pero no para incidir en los aprendizajes. Aquí en México hay un ejemplo buenísimo: se hizo toda una campaña del Vive sin drogas. Ponías una flor tridimensional de colores a bailar un rato sobre drogas. Y la pregunta es ¿qué tanto de esto incidió? Seguimos incrementando el número de consumidores y cada vez vamos a por drogas más fuertes.

    No quiere decir que la comunicación no incida, tienes que comunicar, pero también tienes que dar el ejemplo. Es como decir: oye, tú no puedes hablar de una mejor educación si en una, no amplias los espacios educativos ni mejoras la calidad de la educación, y capacitas a tus profesores, les das un espacio de respeto para que puedan enseñar y haces que las personas que ahí conviven aprendan. Y ya ni siquiera tienes que decirles que vivan sin violencia: viven sin violencia.

    Recientemente me tocó hacer la evaluación de un proyecto, Del Barrio a la Comunidad, el cual es una recreación del modelo Cura la Violencia de Chicago. Uno de los apartados de dicho modelo es el cambio de normas en la comunidad y básicamente lo que te diría el manual es que hagas una serie de campañas para referir que la violencia no es normal y no es forma de solucionar los conflictos. Pero lo que hicieron los muchachos, lo cual celebro, es que en ningún momento dijeron que la mejor forma de convivir es sin violencia, sino que hicieron actividades en las cuales se convivía sin violencia, y los jóvenes de los diferentes barrios empezaban a convivir sin violencia de pandillas. Nadie les dijo que la forma de convivir es no enfrentarse, si no que hicieron que convivieran entre ellos.

    SV: Como última pregunta queríamos pedirte si podías hablar de cómo se trabaja desde el Observatorio Ciudadano el tema de violencia, o de que forma se trata este tema.

    IG: Lo que se hace aquí desde el Observatorio son tres cosas, aunque ahora lo estan reorganizando. Una es observar los indicadores de violencia, que es básicamente seguir la incidencia de esta. La otra línea que hacemos tiene que ver con la evaluación de programas y proyectos, un poco en su cuestión de impacto. Y en la última, en hacer investigaciones en torno a factores asociadas a la violencia.

    Y hablando de comunicación, lo que falta es la difusión. Por ponerte un ejemplo: recientemente hicimos un índice en el cual te decía en cual comunidades o en que escuelas sería más apropiado realizar proyectos de prevención al abuso sexual infantil. El índice está compuesto por 21 a 23 variables que tienen que ver desde cuestiones como desde donde se reporta, donde se denuncia y otros, a cuestiones de factores asociados como mayor número de personas viviendo en un cuarto cerrado, niveles educativos, número de niños, número de reportes por llamadas. Construimos un índice y las compactamos con una formula, la cual te dice especialmente donde están las colonias donde esas variables son mas altas. Y si es así, ahí es donde tendrías que atender. Lo compartimos con USAID y con la Mesa de Infancia, pero necesita que las demás asociaciones que estén involucradas lo den a conocer o que llegue a más asociaciones.

    Tenemos mucho publicado en la página, y son diferentes investigaciones que de una u otra forma te pueden dar para decir donde y que problemas atender. Las evaluaciones están ahí: la Del Barrio a la Comunidad, la de Juárez Mágico, con su metodología de investigación.

    SV: Muchas gracias por darnos tu punto de vista desde especialista en cuestiones relacionadas con la violencia. Agradecemos tu colaboración y por habernos recibido.